Fundación Alentia
Procrastinación: el ladrón de tiempo

Procrastinación: el ladrón del tiempo

Procrastinación: el ladrón del tiempo. La procrastinación, es un enemigo diario con el que todos lidiamos y que seguro que no te costará reconocer.

Y es que podemos definir procrastinación como la acción de posponer o retrasar tareas importantes o relevantes en favor de actividades que quizás puedan ser de menor prioridad pero sí más placenteras o triviales.

Se trata de otro terreno de lucha entre el deber y el placer, pero que puede desencadenar una serie de dificultades a nivel emocional que es interesante valorar y saber cómo solventar.

Antes de buscar una solución es necesario conocer el por qué surge. Esto a su vez dependen a de cada persona, de la tarea o la situación.

¿Qué motivos suelen llevarnos a procrastinar?
  • La falta de motivación: Conectar con la tarea o que esta suponga un reto puede ser vital a la hora de llevarla a cabo.
  • Nuestro momento vital: En ocasiones están teniendo lugar ciertos eventos en nuestra vida algo más demandantes, por lo que es posible que nos encontremos sin la energía tanto física, como mental o emocional para afrontar otro tipo de deberes.
  • Las anticipaciones: Si antes de ponernos en marcha nos sobreexponemos mentalmente al desgaste que va a suponer aquello que debemos hacer, se dificulta que encontremos las ganas de comenzar.
  • El afán de perfeccionismo: Y es que no solo afecta cómo sea la tarea, sino que la manera en la afrontemos puede hacer que pospongamos el inicio de la misma.
  • Metas desajustadas: Nuestro plan, si escapa de nuestras capacidades realistas, puede actuar de freno ante la puesta en marcha.
  • Miedo al fracaso o al éxito: La idea fracasar puede llevarnos a evitar tareas desafiantes, mientras que el miedo al éxito puede generar ansiedad por las expectativas que conlleva el triunfo.
  • Las distracciones: Y es que en el momento actual es fácil encontrar siempre algo más interesante que hacer. Requiere de cierto grado de autocontrol y concentración el no salirnos del plan marcado.
  • Saber manejar los tiempos: Aunque pueda parecer algo obvio no siempre es sencillo, puede ser la causa principal que dé  lugar a que siempre nos quedé algo pendiente para el último momento.

Hemos de asumir que la procrastinación es un obstáculo que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, con la comprensión de por qué procrastinamos y la aplicación de estrategias efectivas, podemos reducir su impacto, lograr ser productivos y lograr cuidarnos a nivel emocional sin que nuestro autoconcepto quede minado en el proceso.

Desde Fundación Alentia te damos algunos consejos, ¿cómo podemos evitar procrastinar?

Aunque resulte un desafío, podemos romper este habido  a través de las siguientes estrategias:

  • Asegurarnos de qué queremos conseguir antes de empezar. Definiendo claramente los objetivos y tareas en un inicio asegurándonos de que sean ambiciosos pero alcanzables, de manera que facilite el enfoque y la motivación.
  • Paso a paso, dividiendo las tareas en otras menores y más asumibles de forma que nos sintamos superados antes de comenzar.
  • El cuándo, y es que no solo nuestros objetivos han de ser realista sino que también han de serlo sus plazos. Podemos recurrir a medios externos como agendas, calendarios, registros, alarmas o recordatorios que nos apoyen con el manejo del tiempo.
  • Identificando y reduciendo las distracciones con la que más nos solemos topar. Ya sea el teléfono, el uso de internet o algo relativo a nuestro ambiente.
  • ¿A ti qué te motiva?, es una pregunta sencilla pero útil de cara a generar recompensas una vez logremos alcanzar nuestras tareas. Podemos ir de menos a más, es decir establecer premios pequeños pero alcanzables para las tareas diarias y algunas algo más especiales de cara a la adquisición de logros mayores.
  • Fomentando la autorreflexión sobre por qué estamos procrastinando puede ayudarte a comprender tus preocupaciones y miedos para superar este tipo de hábitos.
  • La gestión de nuestros pensamientos, de cara a evitar realizar anticipaciones innecesarias, frente a centrarnos en el momento presente y nuestros pasos actuales.
  • Saber aceptar las circunstancias que nos rodean de cara a establecer nuestro plan de objetivos y estrategias.

 

Alentia es una fundación privada sin ánimo de lucro cuyo fin esencial es ayudar a los menores que han atravesado por experiencias vitales traumáticas o desfavorables a recuperar su salud emocional.

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