La teoría del NO:

¿Soy quien quiero ser o quien quieres que sea?

Escrito por:

Fundación Alentia

28 de octubre de 2024

La teoría del NO: ¿Soy quien quiero ser o quien quieres que sea? La búsqueda de aceptación: Un camino hacia la autoaceptación

Desde la infancia, buscamos aprobación en los demás como una forma de sentirnos validados y aceptados. Sin embargo, cuando nuestras primeras experiencias de vida no nos brindan los medios necesarios para desarrollar una autoimagen sana, nuestra identidad y valor personal comienzan a depender casi exclusivamente de la mirada externa.

Esto puede generar una sobreadaptación, un proceso en el cual moldeamos nuestra forma de ser para cumplir las expectativas de los demás, creyendo que solo así seremos aceptados y queridos.

La formación de una autoimagen Basada en la Percepción Externa

Según teorías psicológicas como la teoría del apego de John Bowlby o el desarrollo psicosocial de Erik Erikson, la capacidad de autoaceptación está profundamente influenciada por nuestras primeras experiencias relacionales.

Durante los primeros años de vida, nuestras interacciones con el entorno – especialmente con figuras de apego, como padres o cuidadores – juegan un papel crucial en el desarrollo de nuestro autoconcepto. Si estas relaciones son consistentes, cariñosas y brindan seguridad, tendemos a desarrollar una imagen de nosotros mismos como personas valiosas y capaces. Sin embargo, cuando estas experiencias son inestables, críticas o carentes de afecto, aprendemos a buscar aprobación fuera de nosotros mismos.

Cuando nuestro valor personal se construye sobre la aceptación de los demás, comenzamos a sobreadaptarnos a sus expectativas. Nos convertimos en lo que creemos que ellos desean ver, minimizando o ignorando partes esenciales de nuestra propia identidad. Este mecanismo, aunque inicialmente nos proporciona una sensación de seguridad y pertenencia, tiene un alto costo emocional.

La trampa de la sobreadaptación: satisfacer a los demás, pero perderse a uno mismo

La sobreadaptación puede funcionar durante un tiempo. Logramos satisfacer a los demás porque cumplimos sus expectativas, y eso nos da una falsa sensación de equilibrio. Sin embargo, este modelo de vida tiene una fecha de caducidad. La sobreadaptación nos exige mantener una imagen que no coincide con quienes realmente somos, lo cual puede generar un profundo malestar a largo plazo.

Con el paso del tiempo, empezamos a sentir un vacío interno, una desconexión con nuestra verdadera esencia. No somos auténticos y eso provoca insatisfacción, frustración e incluso puede llevar a problemas más serios como la ansiedad o la depresión. Además, las personas que nos rodean eventualmente comienzan a notar esta disonancia entre la imagen que proyectamos y lo que realmente somos, lo que puede erosionar la relación con ellas.

Pautas para construir una autoaceptación sólida

  1. Reconoce el patrón de sobreadaptación: El primer paso es identificar que tu valor no debería depender únicamente de la aceptación externa. Pregúntate a ti mismo si estás viviendo de acuerdo con tus deseos y necesidades, o si estás constantemente tratando de complacer a los demás.
  2. Conéctate con tu identidad: Dedica tiempo a explorar quién eres realmente. ¿Cuáles son tus valores, intereses y creencias?
  3. Aprende a decir “no”: Establecer límites es esencial para proteger tu bienestar emocional. Dejar de complacer a todos no significa ser egoísta, sino respetar tus propias necesidades.
  4. Desarrolla una autoestima interna: La autovaloración debe basarse en lo que piensas de ti mismo, no en lo que los demás piensan. Trabaja en reforzar una imagen positiva y realista de ti mismo, reconociendo tanto tus fortalezas como tus áreas de crecimiento.
  5. Busca apoyo profesional: Si sientes que este proceso de sobreadaptación ha afectado gravemente tu bienestar, un terapeuta puede ayudarte a desarrollar estrategias para fortalecer tu autoestima y aprender a ser auténtico en tus relaciones.

Ser uno mismo: El camino hacia la felicidad

La búsqueda de aceptación no debería llevarnos a traicionar nuestra verdadera identidad. Aunque el camino hacia la autoaceptación puede ser desafiante, solo a través de él podemos encontrar una estabilidad duradera.

Ser auténtico con uno mismo es el primer paso hacia relaciones más honestas y satisfactorias, donde los demás nos aceptan por quienes realmente somos, y no por una imagen que no podemos mantener indefinidamente

Desde la infancia, buscamos aprobación en los demás como una forma de sentirnos validados y aceptados. Sin embargo, cuando nuestras primeras experiencias de vida no nos brindan los medios necesarios para desarrollar una autoimagen sana, nuestra identidad y valor personal comienzan a depender casi exclusivamente de la mirada externa.

Esto puede generar una sobreadaptación, un proceso en el cual moldeamos nuestra forma de ser para cumplir las expectativas de los demás, creyendo que solo así seremos aceptados y queridos.

 

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